jueves, 27 de mayo de 2010

Un pasaje de mi vida a los cuarenta y cinco años.

Hoy mi vida es un misterio.

Mi muerte también.

Las cosas de la vida y de la muerte tienen eso de mágico.

Disfruto mucho de estar viva.

Me siento como una fuente desde donde brota agua fresca.

Y estoy muy agradecida por la mujer que soy y por lo que tengo.

Por lo concreto

Y por lo abstracto.

Lo abstracto llena mi alma,

Me da alas.

Entusiasmo.

Y mi propia muerte también me llena.

Me llena el “ahora” por que no se, que pasara en unos minutos.

Estoy avisada que llegara, algún día, no se cuando…

Lo que me da margen para hacer de mi vida, lo que quiera.

Lo que me empuja a revisar las relaciones y quedarme con las que valgan la pena.

Tengo tiempo también, para ofrecer lo que tengo,

Mi amor, mi tiempo, mi oído, mi interés por los que quiero.

Veo la muerte esta vestida de camisón…

Me da la pauta, que en la vida tenemos que estar

Despiertos.

Para aprender, para gozar, para sacarle lustre a nuestro corazón.

Para que llegue el final, y no me recrimine...

Por que no lo habré hecho?.

Por que perdí tanto tiempo preocupándome por cosas que al final no sucedieron?.

Por que no hable en su momento?.

Por que no le demostré mi amor a esa persona?.

Por que me amargue por tonterías?.

Por que no viví “mi” vida.

He tenido unas cuantas penas….

Quien no? a estas alturas.

Pero si me viene a buscar, ahora, y me visten para dormir eternamente…

Marchare contenta. Sin hacerme recriminaciones.


Laura Luján.

A un día de cumplir los cuarenta y cinco...

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domingo, 9 de mayo de 2010

Natali

Tenía mucho amor para dar.

Para compartir.

Era un cascabelito.

Reía siempre.

Sus ojos siempre estaban luminosos.

Su espíritu era en verdad lindo.

Lo que no sabia…era que la vida no era un paraíso.

Lo que no sabía…era que su mundo ideal se desvanecería.

Lo que no sabía…lo supo con los años.

Ella creía en el amor, en todas sus variantes.

Pero en el que más creía era en el amor romántico.

Ese que se piensa eterno.

Ese pensamiento mágico que se apodera de nosotros cuando somos púberes.´

No sólo creía en el amor;

Natali….creía en los hombres.

Los veía fuertes.

Protectores.

Confiables.

Sinceros.

El sexo fuerte le daría a su vida toda la felicidad, la completud.

Y así fue como creció, con una idea sobrevaluada sobre los hombres, y muy devaluada con respecto a las mujeres.

En su mundo…aquella pequeña niña que fue…idealizó al otro sexo.

Y así fue, que eligió a los profesionales que la trataron, varones.

Los mejores educandos para ella fueron varones.

A sus amores los hizo crecer…apuntalándolos, aconsejándolos...ella se perdía en esas relaciones.

Los admiraba…era la contrapartida del feminismo.

Los años fueron pasando…Natali creció.

Conoció profesionales mujeres que tenían “el saber” en sus manos.

Los tardíos cambios de su madre, la hicieron reflexionar, sobre cómo podía cambiar una mujer sometida a ser una mujer digna, con ideas propias y a hacerse valer.

El crecimiento de su hija, con sus distintos puntos de vista, le daba otro cariz a su vida.

Su terapia la ayudó mucho, sus libros,

Se dedico a su crecimiento.

Justamente…crecer…aprender de los errores cometidos y no volver a cometerlos.

Pero ésta nueva mujer…ya no era la tierna niña que idealizaba.

Por fuera era dura como una roca.

Por dentro una dulce mujercita sensible.

Viviendo en la realidad se dio cuenta de su potencial…se dio cuenta que ella era su propia novia…

Que ella sola se protegía.

Que ella sola se levantaba el ánimo.

Que ella sola podía quererse.

Y así se dio cuenta….que antes “necesitaba”….

Ahora quiere; no necesita.

No depende…

Tiene vida propia.

Está sola en cuanto a pareja.

Está acompañada en cuanto a familia y amistades mujeres que ve cada tanto.

Más bien es una solitaria.

Elige…se da ese gusto.

Ya no está disponible para todo el mundo.

También cuida su energía…da valor a lo positivo.

Natali…algún día va a decidirse a no estar más sola.

Va a empezar a confiar.

A creer.

A querer.

A aceptar.

Pero ya tendrá una mirada distinta…

Ya no tendrá la idea de encontrar un príncipe encantado.

Tendrá la idea de encontrar a un caballero entero.

Tan entero como ella.

La Sola

Ella era una mujer sola, así la llamaban a aquella que no goza de una pareja ni la padece.

Porque la pareja tiene sus cosas.

Encuentros y desencuentros.

Alegrías y tristezas.

La aceptación y la no aceptación.

La subjetividad de uno…mas la subjetividad del otro.

Vivía en una casa amplia que había heredado de sus padres. Era muy grande, se esmeraba para mantenerla siempre impecable.

Trabajaba como modista en un modesto tallercito a unas cuadras de su casa.

La familia directa que le quedaba, eran unas primas.

Tenían unas pocas amigas…ésas hermanas del corazón…a quienes iba a visitar cuando empezaban los reproches sobre su falta de voluntad en ir a verlas.

Ella conocía bien la soledad.

Esto no le hacía bajar la guardia.

Siempre andaba bien arreglada y no se preguntaba para quien.

Lo hacía para “ella”.

Se sentía bien yendo los sábados a la peluquería, al comprarse un perfume.

Permanecía con su cara pintada desde que amanecía hasta la noche.

Y su ánimo era atractivo, su sonrisa siempre a flor d labios hacía que el encuentro con ella sea un placer.

Su vida era rutinaria, de la casa al trabajo…de ahí a su casa, de ahí iba a hacer las compras. Compraba para ella sola.

Solía estar muy informada, lo hacia por medios gráficos, televisivos y radiales.

No lo compartía con nadie.

Un día sucedió que una amiga perdió la vida después de una padecer una enfermedad y “la sola” se estremeció al ver que los hijos de su amiga quedaron desprotegidos.

Eran criaturas que no tenían un papá presente.

Eran “criaturas solas” entonces decidió convertirse en su tutora.

“aunaron soledades”.

La casona de “la sola” tenía vida.

La vida la sorprendía a cada instante.

Esas criaturas le dieron más luz a su sonrisa.

Iba a trabajar contenta, sabía que el dinero ganado era dinero invertido, no sólo en ella, también en los niños.

Los fines de semana comían tortas hechas por ella, tuvo que aprender a cocinar para “tres”, comprar “para tres”, pensar “por tres”…vivir por tres.

Paseaban, jugaban, reían.

En un abrir de ojos, la vida le cambió demasiado.

Todos los días le da gracias a Dios.

Por la vida que le tocó vivir.

Por la vida que está viviendo.

Y las gracias, porque nunca nunca perdió “LA ESPERANZA

ROSALBA

A ella le costaba levantarse por la mañana.

Las sábanas la mantenían protegida.

En invierno le era más difícil aun salirse de su cama.

Un ¿para qué?, le resonaba.

No encontraba motivo para levantarse.

Sus días eran rutinarios, monótonos, grises.

Rosalba estaba viviendo un período de mucho dolor.

Su pareja la había abandonado.

¿Los motivos?

Los que saltan a la vista….fueron que El, la había “cambiado” por una mujer más joven.

Los motivos de fondo fueron que la rutina mató el amor.

Ya no compartían salidas.

No tenían un proyecto en común.

Su sexualidad era mecánica.

Los besos no tenían el sabor dulce del encuentro.

La pelea era motivo para que haya entre ambos encuentros pasionales.

Desencuentros importantes.

El diálogo no existía; la sordera y el orgullo habían opacado aquello que alguna vez se llamó amor.

La indiferencia también estaba presente, ya no había punto de conexión entre ellos.

Pero el hilo se cortó por la parte más delgada.

La aparición de una tercera persona.

Sumida en el duelo, no tenía vida; ni siquiera se aseaba, tampoco se alimentaba.

Rosalba se había abandonado.

Pasado el tiempo, después de sufrir , después de llorar todo lo que tenía que llorar.

Después de tocar fondo.

Rosalba…resurgió como el ave Fénix.

Ahora…

Tiene vida propia.

Ahora

Le sonríe a la vida.

Ahora

Tiene proyectos, sueños por concretar…y alegría para regalar.

lunes, 1 de marzo de 2010

¿Sabes cuánto vales en realidad?:



Una pequeña parábola para darse cuenta que valemos mucho más de lo que pensamos.

Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café.
Deprimido descargó en ella sus angustias...que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación...todo parecía estar mal en su vida.

Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo:
- Alfredo, quieres este billete ?
Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:
- Claro Marisa...son 50 dólares, quién no los querría ?
Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:
- Y ahora igual lo quieres ?
- Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.
Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
- Lo sigues queriendo ?
- Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor...

- Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido...lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Alfredo se quedó mirando a Marisa sin decir palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.
Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:
- Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal...pero me debes un billete NUEVO de 50 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite !!
Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente MERECEMOS MAS y que PODEMOS CONSEGUIRLO si nos lo proponemos ? Claro que el mero propósito no alcanza...se requiere de la ACCIÓN para lograr los beneficios. Yo sé que se puede y que existen innumerables caminos para conseguirlo.



Todos los problemas tienen la misma raíz: el miedo, que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo.
Anónimo
TÁCTICA Y ESTRATEGIA

Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos

mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti